blog de sexologia
SEXUALIDAD EN EL POSTPARTO
Fernando casi no habla durante la consulta ginecológica. Está serio, reflexivo, quizás algo en shock mientras ve al médico revisando la cesárea de Magdalena. Este hombre extraño hurgueteando en mi mujer – piensa. Escucha a lo lejos las instrucciones del médico, con modulación parecida a la profesora de Charlie Brown de Snoopy, hasta que de pronto, escucha con absoluta claridad la siguiente pregunta del Ginecólogo: “¿Ya reanudaron las relaciones sexuales?” y continúa: “Porque deben tratar de evitarlas al menos durante el puerperio”. Fernando vuelve en sí mismo, su espíritu baja a su cuerpo, su corazón comienza a latir, a bombear sangre y a darle color a su rostro. Rápidamente se incorpora en la conversación: “¿Y cuánto dura el puerperio doctor?” El medico responde: “6 semanas” al mismo tiempo que Fernando enciende su teléfono para calcular y agendar dicho día.
Primero contextualizaré el escenario en el que viven las mujeres durante el postparto, en términos de lo que les ocurre a sus cuerpos:
- El rápido cambio del tamaño del útero: Al final del embarazo es tan grande como una pelota de fútbol, luego de parir pesa 1 kg, y a las dos semanas baja a 300 grs. Puede llegar a su tamaño normal mucho después de las 6 semanas del puerperio.
- Loquios: Pequeños restos de sangre y tejidos que la mujer expulsa desde el útero en forma de coágulos, pasados varios días se tornan rosados hasta desaparecer.
- Insomnio: No solo por la alimentación nocturna del recién nacido sino también por la brusca baja del nivel de la Progesterona.
- Hemorroides: Algunas mujeres las presentan por la fuerza ejercida al pujar.
- Estreñimiento: Durante el embarazo, los órganos se desplazan bruscamente para dar espacio al nuevo tamaño del útero con el feto en su interior. Cuando se da a luz, los órganos de manera aún mas brusca retoman su sitio lo que ralentiza el metabolismo provocando estreñimiento.
- Cansancio, fatiga y falta de aire: Propios de las nuevas exigencias de la maternidad y el desequilibrio de asignación de tareas familiares, en donde las madres muchas veces están sobre exigidas.
- Aumento de la sudoración: Presente en algunos casos y asociado también al punto anterior y hormonas.
- Molestias en los senos: La bajada de la leche en algunos casos puede ser dolorosa, sumado a la tensión de los pechos, sensibilidad en los pezones, y mala técnica de lactancia que puede provocar grietas en los pezones o en el peor caso, mastitis.
- Una tristeza que va y viene: Debido a las hormonas también, al cambio drástico en las vidas de las nuevas madres, y ese sentimiento de vulnerabilidad y desamparo ante la responsabilidad de la nueva criatura en brazos.
Y la tormenta de hormonas con las que lidian:
- Oxitocina: Produce las contracciones del útero durante el parto y después del parto es la responsable del sentimiento de protección, o instinto de cuidar al recién nacido.
- Endorfinas: Producen una sensación de felicidad e incluso pueden llegar a mitigar el dolor durante el parto.
- Adrenalina: Es la hormona de la defensa y de la alerta. Durante el parto, ayuda a que la mujer esté muy pendiente y consiente de su proceso y este efecto se traspasa al feto y hace que el recién nacido se muestre alerta y desarrolle sus reflejos más primitivos, necesarios para la supervivencia.
- Estrógenos y progesterona: Bajan rápidamente después del parto inhibidas por el efecto de la prolactina.
- Prolactina: Responsable de la producción de leche y baja la capacidad de lubricación vaginal.
Y finalmente los temores (algunos reales y otros no tanto),
Mujeres: Se sienten frágiles, vulnerables, en un cuerpo “vacío” o extraño. Extrañan sentir el hijo en el útero, sienten punzadas en la cicatriz de la cesárea o en el Periné, o incluso temen de la estética de dichas cicatrices o de la misma vagina. Temor a que los puntos “se abran” y a quedar nuevamente embarazada.
Hombres: hacerle daño a su pareja durante el sexo, dejar de asociar la vagina a lo sexual sino mas bien como canal de parto. Lo mismo sucede a los pechos, tan requeridos durante el acto amatorio, ahora son solo productores de alimento para el nuevo integrante.
TODO LO ANTERIOR NO SE ACABA MAGICAMENTE A LAS 6 SEMANAS (Como agendó Fernando)
El reencuentro sexual no es fácil. Aquella necesidad de intimidad física y emocional que siente la madre está absolutamente cubierta por el recién nacido y no deja espacio para la pareja.
Entonces queridos amigos, aprender a detenerse es clave, ser mas amorosos, tener conciencia de todo lo anterior descrito que sucede a la mujer en este período los hace mas empáticos y de seguro enriquecerá su vínculo sexual. Tener paciencia mientras se “sufre” este proceso y salir victoriosos de él. Para que esto ocurra hay varias herramientas que te pueden ayudar:
- Los Ejercicios Kegel: para devolver el tono muscular a la vagina.
- Lubricantes a base de agua: Para contrarrestar la resequedad vaginal para facilitar la penetración y elastizar los músculos del periné.
- Autoconocimiento: Saber exactamente que nos gusta, como, donde, y que la pareja esté en conocimiento de ésta información (Véase artículo “Es que no me hace llegar”)
- Hombre “Seductor”: Es muy importante que la pareja invierta tiempo en seducir al otro para generar el ambiente sexual que es tan escaso en el postparto.
- Mujer “En Control”: Una vez iniciado el acto sexual, la mujer deberá asumir “control” de dicha relación, en el sentido de avanzar a su propio ritmo, por ejemplo, para la penetración. Ella puede incorporarse arriba del hombre y controlar así la profundidad – y velocidad – de la penetración vaginal.
- Y por último (solo en caso de ser necesario) incorporar Técnica del Placereado, el cual consiste en varias etapas, de las que resumiré a solo 3, las que se deben realizar completamente desnudos ambos las veces que se desee durante la semana.
Placereado 1 y semana 1: Caricias sin genitales ni senos y sin penetración.
Placereado 2 y semana 2: Caricias incluyen genitales y senos pero sin penetración.
Placereado 3 y semana 3: Caricias incluyen genitales y senos y penetración.
Es importante finalmente destacar que la técnica del placereado es bastante mas profunda y versátil en su diseño, técnica y tiempos. Y se especifica en metodología diferente según sea cada caso o paciente. Acá se presenta una versión muy sencilla que se puede modificar a voluntad de la Mujer como ella prefiera, es decir, si desea acortar el tiempo del placereado 1 y alargar el placereado 2, pues hágalo! Esta todo perfecto. La única condición estricta para pasar de placereado 1 al 2 y del 2 al 3 es que la mujer así lo desee.
Espero todas estas técnicas les sean de mucha ayuda y les deseo mucha suerte al vivir esta hermosa – y agotadora – etapa que tan fuertemente marca nuestras vidas.
Karen Figueroa García – Sexóloga
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